
No soy precisamente un hombre que gusta de vivir a expensas de otros, ni robar. Las únicas veces que he robado, o intentaod robar, es porque he estado pedo, o de a tiro cuando hallas dinero en el piso, preguntas, no ha nadie a la redonda, y lo tomas. Pero la maldita vending machine me ha enfurecido como no tienen idea. De hecho, al cierre de esta edición, estoy viendo manera de hackear la máquina, de manera que mde devuelva lo que por derecho me corresponde. Nunca lo he hecho, sólo dos veces en mi vida me ha pasado esto, y la primera la recuerdo como si fuera ayer.
Aunque a todos nos gusta estar contra la autoridad, creo que esta vez tengo excusa, tengo el perdón de ustedes. Juro por Frank Netter, que sacaré mis galletas de chispitas de chocolate de esa máquina. Se hará justicia máquina!! Los mantendré informados...
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